El Día Mundial de la Salud, que celebra cada 7 de abril la fundación de la Organización Mundial de la Salud, es un amigable recordatorio y una gran oportunidad para realizar cosas nuevas y buenas para ti y tus seres amados. A propósito de esta conmemoración, te proponemos estas acciones que te harán más feliz y productiva pero, sobre todo, más sana.
1. Come más alimentos saludables
Una de las formas más fáciles y sostenibles de mejorar tu salud general es comer más alimentos saludables, como verduras, frutas, nueces, semillas, granos integrales y pescado, que contienen una gran cantidad de nutrientes para que tu organismo tenga un funcionamiento óptimo.
En algunas investigaciones se señala que seguir una dieta basada en alimentos saludables puede reducir significativamente los factores de riesgo de enfermedades cardiacas, el peso corporal y los niveles de azúcar en la sangre, así como disminuir el riesgo de ciertas enfermedades, como la diabetes tipo 2.
Agrega más alimentos saludables a tu dieta de manera paulatina y constante, no te preocupes por comer solo ensalada, pero integra poco a poco más verduras de diferentes colores (así te aseguras de tener una amplia variedad de nutrientes).
2. Siéntate menos y muévete más
Ya sea por tener un trabajo sedentario o simplemente estar inactivas, muchas personas permanecen sentadas más de lo que deberían. Sentarse demasiado puede tener efectos negativos en la salud, además se relaciona con un mayor riesgo de mortalidad general.
Hacer el propósito de sentarse menos es algo fácil de cumplir y que puede adaptarse a tu estilo de vida. Por ejemplo, si tienes un trabajo de escritorio que requiere largos períodos de tiempo en la silla, camina 15 minutos a la hora de la comida o levántate y camina 5 minutos cada hora.
3. Reduce el consumo de bebidas azucaradas
Las bebidas azucaradas se relacionan con un mayor riesgo de obesidad, hígado graso, enfermedades cardíacas, resistencia a la insulina y caries en niños y adultos.
Si bien dejar de beber bebidas azucaradas siempre será la mejor opción, minimizar gradualmente su consumo puede ayudarte a dejar de beberlas de forma definitiva.
Al definir tus metas, lo primero que necesitas hacer es establecer objetivos reales: pequeños pasos –pero frecuentes– que puedan adaptarse a tu estilo de vida (o modificarlo un poquito) paulatinamente.
4. Duerme mejor
El sueño es una parte esencial de la salud en general, y la falta de sueño puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, la falta de sueño puede causar aumento de peso, enfermedad cardíaca y depresión.
Si conciliar el sueño es un problema para ti, es importante revisar tus horarios y estilo de vida para determinar cómo mejorar la cantidad y la calidad de tu sueño. Disminuir el tiempo de pantalla antes de acostarte, reducir la luz en tu habitación, reducir el consumo de cafeína y acostarte a una hora razonable son algunas formas simples de mejorar la higiene del sueño.
5. Encuentra una actividad física que disfrutes
Empezar a realizar actividad física requere más que el deseo de hacerlo. Aunque la mayoría comienza con fuerza, no convierten su nueva rutina en un hábito duradero y en pocos días terminan por abandonar la actividad.
Aún así, puedes aumentar las posibilidades de que los propósitos de aptitud física se mantengan. Para comenzar, elige una actividad que te guste y que se ajuste a tu horario con facilidad. No tiene que ser un gimnasio o una clase, puedes dar una caminata de media hora al salir del trabajo, trotar o andar en bicicleta por las mañanas, y si es tu gusto y tienes tiempo, puedes acudir a un club donde puedes hacer muchas actividades más.
Es necesario establecer metas a corto plazo, objetivos que puedas cumplir en poco tiempo y después ir por más.
6. Cocina más
En una investigación se muestra que las personas que cocinan más, tienen una mejor calidad de dieta y menos grasa corporal que las personas que comen fuera.
De hecho, un estudio en 11 mil 396 adultos encontró que aquellos que comían cinco o más comidas caseras por semana tenían un 28% menos de probabilidades de tener sobrepeso, en comparación con aquellos que comían menos de tres.
Si eres del grupo de personas que come poca comida hecha en casa, empieza con una por semana y aumenta la frecuencia poco a poco, hasta que la mayoría de la comida que consumas sea casera.
7. Pasa más tiempo afuera
Pasar más tiempo al aire libre puede mejorar tu salud, pues alivia el estrés, eleva tu estado de ánimo e incluso bajar la presión arterial.
Pasar más tiempo al aire libre todos los días es un objetivo sostenible y saludable que puede beneficiar a la mayoría de personas, sin importar dónde vivan. Busca estar en contacto con la naturaleza por lo menos una vez cada semana.
8. Reduce el tiempo digital
Muchas personas dependen de sus teléfonos y computadoras para el trabajo y el entretenimiento. Sin embargo, pasar demasiado tiempo en dispositivos electrónicos, particularmente en las redes sociales, se relaciona con depresión, ansiedad y soledad.
Establece un propósito para reducir el tiempo que pasas en las redes sociales, frente a la televisión o con video juegos para mejorar tu estado de ánimo y tu productividad.
9. Prueba la meditación
La meditación promueve el bienestar mental. Puede ser particularmente útil para las personas que tienen ansiedad o depresión.
Probar esta práctica es un propósito perfecto para iniciar una vida más sana, porque hay muchas formas de meditar y es fácil encontrar libros, podcasts y aplicaciones que te enseñen cómo iniciarte en ella.
10. Deja de hacer dieta
La dieta crónica es dañina para la salud física y mental. Además, la mayoría de las personas que pierden peso a través de una dieta restrictiva recuperan hasta dos tercios del peso perdido en un año. Hacer dieta también puede hacer que sea más difícil perder peso en el futuro.
En lugar de establecer un propósito para perder peso mediante el uso de medidas restrictivas, prueba un método más saludable y sostenible centrándote en aumentar la actividad física y comer alimentos más saludables.
11. Ve de compras regularmente
Es necesario tener una despensa y un refrigerador bien surtidos para preparar comidas saludables. Si no acostumbras ir de compras, hazte el propósito para ir al supermercado o al mercado local regularmente para abastecerte de ingredientes nutritivos.
Depende de tu horario, puede ser útil designar un día por semana para comprar. Asegurarte de tener tiempo para comprar los alimentos que necesitas es una buena manera de mejorar la calidad de tu dieta.
12. Tómate unas vacaciones
Tomar un periodo de vacaciones, incluso uno corto, puede tener efectos positivos significativos e inmediatos sobre los niveles de estrés y puede mejorar tu bienestar.
Por lo menos descansa por un periodo largo un par de veces al año, viaja con amigos, familiares o por tu cuenta. Ya sea que visites un destino que siempre quisiste visitar o simplemente planifica una estadía en casa, tomate un tiempo para descansar y relájate. Es importante para la salud.