Los días previos a un nuevo ciclo escolar siempre mueve muchas emociones. Desde la felicidad que causa el olor a libros nuevos y sus forros de plástico, hasta el nervio que impide dormir bien un día antes. Pero a este año hay que sumarle la incertidumbre y la preocupación que nos provoca la pandemia.¿Deberían preocuparse por la pandemia? ¿Realmente tendrán un año completo en la escuela? ¿Estarán allí sus amigos o será difícil hacer nuevos? ¿Qué pasa si no se llevan bien con sus compañeros de clase o su profesor? ¿Será difícil salir de casa y alejarse de la familia después de tanto tiempo juntos?
«Después de tantos meses sin despegarse de sus padres, para los niños puede representar un gran desafío el entrar de nuevo a la escuela, esto puede representar ansiedad de separación y dejar un lugar seguro«, señala la psicóloga infantil Stephanie Cervantes.
Regresar a la escuela es siempre un gran punto de transición en un año normal. Entonces, ¿qué podemos hacer para asegurarnos de que los niños y niñas estén emocionalmente listos para regresar y cómo ayudarlos a lidiar con sus emociones los primeros días en la escuela? El primer paso, nos dice la especialista, es simplemente notar cualquier cambio de comportamiento significativo.
La Guía para Padres sobre Coronavirus elaborada por la UNICEf, señala que un niño que está estresado o preocupado puede estar más callado de lo habitual, permanecer en su habitación con más frecuencia o mostrar un comportamiento nuevo o extraño o un cambio en su rutina.
Retomar la rutina con cautela
La Estrategia Nacional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales en las Escuelas de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública, recomienda a los adultos actuar con moderación en sus reacciones. Cualquier cambio en las políticas escolares relacionadas con la pandemia, debe tomarse con cautela. Es algo saludable tener algunas preocupaciones porque nos hace comportarnos mejor, pero es importante esforzarse mucho para no reaccionar de forma exagerada.
Si los padres están preparados para el cambio y pueden mantener la calma, también ayudará a sus hijos y adolescentes a afrontar la noticia con calma. La misma técnica se aplica también a las preocupaciones más típicas. Podemos compartir el entusiasmo por el nuevo año escolar con los niños y las niñas para emocionarlos y, con suerte, disipar algunas preocupaciones.
La psicóloga señala que el miedo que pueden sentir es totalmente normal y ayudarlos no es una tarea compleja. Estas son las recomendaciones de la especialista:
Para los que aún no comenzarán clases presenciales:
- Practicar la separación. Especialmente útil para los más pequeños y los que aún no estarán en clases presenciales. «Practicar la separación con los niños puede resultar muy benéfico, por ejemplo que jueguen solos en su cuarto un tiempo, dejarlos con algún familiar un poco, etcétera».
- Establecer una rutina parecida a la escuela. La rutina escolar es justo la que emociona a los niños más grandes, pero para los pequeños puede ayudar mucho comenzar a levantarse más temprano y desayunar a la hora que lo harán habitualmente una vez que las clases presenciales sean una realidad para ellos.
- Programar actividades al aire libre para que los niños puedan continuar socializando, pero es importante platicar con ellos sobre los cuidados que deben tener, por ejemplo el uso de mascarilla.
Algo muy importante es que los propios padres puedan lidiar con su ansiedad, primero, para de esta forma no pasarla a los niños. Entre mejor podamos nosotros mismos controlar la situación, los niños lo aprenderán y les resultará más fácil.
Stephanie Cervantes, psicóloga infantil
Para los que ya irán al salón:
- Validar sus sentimientos y dejarles expresar sus miedos, pero también ayúdale a tranquilizarse. Puedes decirle “estoy muy orgullosa de que regreses a la escuela, yo también te voy a extrañar pero nos vamos a ver por la tarde”.
- Promover pensamientos positivos. Es importante que les podamos ayudar a los niños a tener estos pensamientos, buscar los puntos que les causan alegría, por ejemplo, ¿qué te emociona más de regresar a la escuela?, ¿estrenar útiles?, ¿hacer amigos nuevos?
- Tener un objeto de transición puede ayudar mucho. «Algo que los niños sientan que tienen conectado con casa, algo pequeño que puedan traer sin que cause tampoco demasiada distracción». Puedes hacer pulseras con el nombre de tu pequeño para ti y una con tu nombre para tu hijo o hija; pídele que la vea y te recuerde cuando tenga un momento difícil y dile que tú harás lo mismo mientras están separados.
- Compartir información con ellos. Platicar con ellos de la información que comparta la escuela y las autoridades de salud; si cambian horarios, clases, días de asistencia, etcétera. Con esto le podrás transmitir confianza.
«Tenemos que seguir fomentando la socialización pero sin olvidar la seguridad, por esto mismo hablábamos de reforzar el uso de mascarillas, el que no compartan bebidas o comida, que recuerden que las actividades al aire libre por ahora son la mejor opción». La especialista recomienda hablar con los pequeños desde el amor, sin asustarlos, para que siempre se sientan seguros y entiendan por qué es importante cuidarse.
Es necesario también dejarlos expresarse, conocer como se sienten y qué piensan, especialmente en los primeros días de clases presenciales. Tendrán muchas preguntas y esperan que papá y mamá sepan responderlas, sin juzgar, así como recibir todo el apoyo y el cariño para entender que todo va a salir muy bien.