Tu mejor versión
Deja un comentario

Así te puede ayudar el mindfulness a reencontrar tu centro

Por Nonantzin Martínez

Afrontar la vida y sus situaciones requiere muchas veces que echemos mano de herramientas emocionales e incluso de terapia. Más ahora, que pareciera que estamos atravesando por una de las épocas de mayor estrés -mucho ha tenido que ver la pandemia y los reajustes que hemos hecho a cotidianidad-, donde hay tantos estímulos, presiones sociales, falta de una conciliación real entre la maternidad y el trabajo, entre otras cosas.

La psicotraumatóloga especialista en pareja Alejandra Espinosa Palacios, de la clínica y consultoría Descübriéndote y fundadora de Espacio Contigo, nos dice que poner todos nuestros sentidos en lo que hacemos ayuda a ver la vida con mayor claridad y de manera más objetiva y a responder a los acontecimientos con calma:»Unos minutos de pausa, respirando y sintiendo lo que sucede, son suficientes para que lo que pasa en el exterior no sea lo que defina nuestro estado de ánimo».

Esta estrategia es el pilar del mindfulness, que es la cualidad de vivir en el momento presente, con una actitud de apertura y aceptación.

Con la práctica de «atención plena” (poner atención y hacer una cosa a la vez) somos más productivas y tenemos la oportunidad de observar si la manera en que nos relacionamos con las actividades la hacemos desde una idea o a partir de una realidad.

De hecho, la mayoría de las situaciones que nos causan estrés no son por el número o tipo de actividades, sino por lo que pensamos acerca de ello«.

Con las exigencias de los roles que llevamos a cabo, pocas veces nos damos la oportunidad de parar y atender plenamente lo que estamos haciendo. No obstante, «solo al estar en el presente podremos darnos cuenta de la dinámica de nuestra mente, pues la manera en que vivimos es cuestión de percepción; es ahí cuando tomamos consciencia de nuestra vida y cómo decidimos cómo vivirla», agrega la especialista Alejandra Espinosa Palacios.

Aplicarlo en el día a día

El mindfulness puede apoyar todos los ámbitos de nuestra vida, ¿cómo retomarlo en nuestra relación con los hijos, la pareja, el trabajo y el día a día? La especialista nos responde:

Para un manejo positivo de la crianza. Planear tiempos de calidad con tus hijos, sin ninguna interrupción. Estar más presente te permitirá darte cuenta qué es lo que necesitas realmente o si lo que crees que necesita es a partir de un sentimiento tuyo, como por ejemplo por la culpa de no estar con él. Un tip práctico es dedicarle 30 minutos cada día, antes de bañarlo. Este momento se volverá mágico si estás presente; no será un momento de obligación, sino de conexión.

Para una buena relación con la pareja. En este proceso de cuarentena, en donde cada persona tiene un ritmo distinto y diferentes emociones, hay que crear acuerdos. Ayudará mucho externarle a tu pareja tus deseos y el significado que tienen para ti. Antes de decidir qué harán juntos, puedes preguntarle: ¿qué te haría sentir tranquilo(a)? Toma en cuenta la respuesta para crear el acuerdo.

Para un buen desempeño de las actividades profesionales. Anotar todo lo que hay que hacer para no pensar que las tareas son más pesadas de lo que en realidad son. Piensa cómo las irás resolviendo y evita juicios de valor como “qué pesada está” o “está horrible”. En vez de decir: «debo de conectarme hoy a la reunión, lo cual es horrible», prueba con: «voy a conectarme, es necesario para que pueda estar más tranquila más tarde». Solo puedes estar consciente de estos cambios si estás presente.

Para un día a día menos estresante, más pleno, más enfocado. Hacer una cosa a la vez (es más sencillo si anotas las actividades que realizarás hacer en el día) te permitirá ser mucho más productiva y trabajarás más rápido. Haz una pausa cada vez que te sientas agotada o estresada. Prueba con el ejercicio de pausa DROP, que significa Detente, Respira, Observa lo que está sucediendo (dentro y fuera de ti) y Prosigue. Esto te tomará un minuto. Las pausas ayudan a desconectar el funcionamiento de la mente rumiante o inquieta.

Mindfulness se puede practicar desde los tres o cuatro años y hasta la vejez, dice la psicóloga Espinosa Palacios. Los beneficios físicos y psicológicos son tangibles con la práctica pero pueden variar entre cada persona: «al hacer cualquier actividad con una atención plena, la vida, literalmente, se saborea. Ahora imagínate realizar tu actividad favorita o comer ese platillo que tanto te gusta con todos tus sentidos: seguro experimentarás plenamente el placer de vivir».


This entry was posted in: Tu mejor versión

de

Periodista independiente, editora especializada en temas de bienestar, crianza, maternidad, estilo de vida y gastronomía, mamá de un niño de nueve años, aprendiz de fotógrafa, foodie y apasionada de la música. Sus historias han sido contadas en revistas y sitios como Vanidades, Baby Creysi, La Lista, bbmundo, todobebé, Glamour, Marie Claire, Life & Style, GQ México, Good Housekeeping México, especiales de Milenio y Padres e Hijos.

Deja un comentario