El pavo es un alimento ideal para los peques porque es fácil de digerir y porque posee nutrientes esenciales tanto para pequeños como para los adultos.
Junto con los adornos navideños, otro de los protagonistas de la temporada es el pavo. La carne de esta ave es una gran opción si buscas tener una cena saludable, pues es fuente de proteínas, vitaminas del grupo del complejo B (B1, B3, B5, B6, biotina y B12), ácido fólico y de minerales como fósforo, potasio, magnesio, hierro y zinc.
El consumo de pavo ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, a mantener los huesos, músculos, uñas y cabello saludable.
Elige pavo para tus cenas: 100 gramos aporta solamente 161 calorías. Es una proteína que tiene un bajo contenido de grasa y de colesterol.
Pavo al plato
El pavo se come, tradicionalmente, durante la Navidad en Europa; en Norteamérica, durante la celebración del Día de Acción de Gracias: el segundo lunes de octubre, en Canadá, y el cuarto jueves de noviembre, en Estados Unidos.
El pavo es un alimento ideal para los niños porque es fácil de digerir y porque posee nutrientes esenciales. De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne, los principales beneficios del pavo son los siguiuentes:
- Es ideal para consumirse en dietas para control de peso, por su bajo contenido de grasa.
- Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Puede ser consumido por personas con gota o con el ácido úrico alto.
- Tiene hierro, y por ello lo recomiendan a personas con anemia.
- Es fácil de digerir, así que es ideal para niños pequeños y personas de la tercera edad.
- Contribuye a mantener al sistema nervioso sano.
- Mejora la salud de la piel, porque favorece la hidratación (75% de su composición es agua).
- Estimula al sistema inmunológico.
- Ayuda a prevenir el envejecimiento celular.
- Contribuye a mantener los huesos sanos.
- Mantiene la salud de músculos, uñas, cabellos.
Un pavo más rico y jugoso
El pavo se distingue por tener un sabor suave (y, para algunos, poco atractivo ante otros platillos como el lomo o la pierna de cerdo, que también se consumen mucho en la época, pero hay que darle una oportunidad). Prepararlo es sencillo, pero debes tener en cuenta ciertas recomendaciones para que el resultado sea delicioso, suave y jugoso.
Cuando se le prepara completo, hay que cuidar que la pechuga no quede muy seca o los muslos muy suaves. Para evitarlo, también puedes cocinarlo por piezas, aunque no tendrás la vista más atractiva y típica del platillo.
Para cocinarlo entero, hay que aplicar algunos trucos para garantizar un buen sabor y cocción:
- Para marinarlo, tiene que estar totalmente descongelado.
- Marínalo entre 8 y 12 horas antes de cocinarlo. También se puede sumergir en agua con sal, así queda más jugoso. Proporciones: por cada 8 tazas de agua, 1/4 de taza de sal.
- Para marinarlo, prepara una mezcla de mantequilla, ajo triturado, sal, pimienta, mostaza y orégano. Unta el pavo, especialmente donde se encuentra la pechuga, porque por su proximidad al hueso, esta se cocinará más rápido.
- Al hornear, sigue la regla de 30 minutos de cocción por cada kilo de pavo. Baña con su jugo de cocción o caldo de pollo o vino cada 45 minutos para mantenerlo siempre hidratado.
- Cuando esté listo, cúbrelo y dejalo reposar durante unos 30 minutos antes de partirlo, para que no pierda sus jugos.