Por Nonantzin Martínez

El fin de año suele ser un periodo de reflexión de lo que vivimos a lo largo de los doce meses previos; un «corte de caja» de lo logrado, lo aprendido y lo que no logramos concluir. Aprovechemos este momento de vida para cerrar ciclos y ponerle punto final a los procesos que ya no quisiéramos seguir cargando.

• 

Iniciar el año nuevo con una mente con los menos conflictos posibles te da la posibilidad de mirar hacia adelante y avanzar hacia las siguientes metas. Además, te sentirás mucho más ligera y en paz contigo misma, y eso se verá reflejado en tus relaciones con los demás y en tus actividades diarias.

¿Cómo lograrlo?

Primeramente, debes estar segura y partir de la voluntad de que quieres hacerlo.

Luego, echa mano de herramientas como la escritura (escribe en una carta lo que quieres terminar) o de rituales propios que te ayuden a dar ese paso (guarda, rompe, dona, cambia, tira, etc).

Si el cierre del ciclo tiene que ver con una persona y necesitas decirle, cara a cara, lo que piensas, búscala, pero no para enfrentarla (porque quizás ya lo has hecho antes), si no para hablar con ella de forma tranquila. No reclames ni reproches, pues lo que quieres es terminar definitivamente con la relación, no reactivarla. Por supuesto, si quieres reactivarla, estás en tu derecho, pero debes buscar otras formas y herramientas.

Perdona y suelta, porque si no lo haces, el fantasma de este proceso siempre te perseguirá. Esto no será instantáneo, más bien es gradual, pero al dar el paso ya estás en el camino del cierre.

Busca ayuda si ves que no lo estás logrando sola. Un psicólogo o psiquiatra podrán orientarte de la mejor manera.

Apóyate en amigos y familia para encontrar motivación y no desistir en tu propósito.

El cierre de un ciclo te puede llevar días o semanas, no te desesperes, pero como dijimos al principio, la voluntad de querer hacerlo más el apoyo de expertos y seres queridos lograrán que cuando menos te lo esperes, ya estés viviendo tu vida sin ese o esos pendientes que tanto te agobiaban. Hay que dar el primer paso, y nada mejor que hoy para intentarlo.