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¿Por qué debería pensar en pagar un seguro educativo para mis hijos?

Por Nonantzin Martínez

Quizás la educación universitaria de tus hijos te parezca algo lejano, si es que apenas son unos pequeños toddlers o incluso si acaban de entrar a la primaria. Más aún si son bebés. Pero no te confíes, el tiempo vuela, así que tener en mente cómo cubrirás económicamente sus estudios profesionales es algo que deberías considerar.

Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), estudiar en México una carrera puede requerir una inversión que va de los $125 mil hasta los $930 mil pesos, si se decide hacerlo en una universidad privada (muchas veces, la demanda en las públicas es alta y entonces se opta por las privadas, o se elige esta opción desde el principio). ¿Cómo le hacen para pagar esta cantidad mamás y papás? ¿Lo desembolsan de sus quincenas durante el transcurso de la carrera? No necesariamente. 

Un gran porcentaje recurre al endeudamiento para poder solventar los gastos. En algunos casos, los mismos estudiantes ayudan a costearse sus estudios a través de becas o trabajando al mismo tiempo. 

A la par de ello, hay que considerar que «en las nuevas generaciones de estudiantes la educación universitaria no es suficiente para lograr estar altamente calificados, una característica imprescindible en los nuevos contextos para que las empresas los contraten”, nos dice Ivonne Vargas, integrante del Comité de América Latina en el Workforce Institute y autora de ¡Contrátame! (Ed. Aguilar), por lo que agregan esquemas de formación como reentrenamientos, diplomados, clases y estancias en el extranjero, “y todo esto requiere de una planificación financiera previa, la cual es difícil que los estudiantes puedan absorber; la inversión la tienen que hacer los papás”. 

Un “salvavidas” llamado seguro educativo

Para evitar el tema de conseguir recursos de un momento a otro o querer hacer una planeación financiera faltando dos o tres años para ingresar a la universidad, lo ideal es anticiparse con herramientas como los seguros educativos. 

José García Aguilar, asesor profesional de Seguros Monterrey New York Life, explica que “un seguro educativo o de estudios significa para una familia, una mamá independiente o un padre de familia responsable, tener la seguridad financiera de que, pase lo que pase en la vida, su hijo o hija puedan gozar del beneficio de tener asegurados sus estudios universitarios”.

Existen muchas opciones como instituciones financieras para contratarlo, por eso es importante investigar cuál te conviene o se ajusta más a lo que quieres, además de considerar que será un gasto que harás por muchos años.

El asesor José García explica que el momento más adecuado para contratar un seguro educativo es luego del nacimiento del bebé, “cuando ya se tiene la certeza legal de la llegada de un nuevo miembro a la familia aunque, en realidad, la planeación debe comenzar desde antes de su llegada”.

Claro que si no lo hiciste en esas primeras semanas o meses, se puede contratar después, pero hasta, como máximo, los 12 años de edad. No hay que perder de vista que los mayores beneficios del plan educativo se dan en edades tempranas, explica el experto, ya que si el niño o niña es mayor, el periodo de ahorro se acorta y el proyecto de educación puede verse impactado en la proyección a futuro. 

Es importante empezar a invertir lo antes posible, considerando que cumpliendo los 18 años se ha llegado a la meta. 

José García

Así funciona un seguro educativo

De la mano de su asesor, el o la contratante definen el monto a ahorrar para la educación de sus hijos, considerando el costo aproximado de la universidad (por ejemplo, al día de hoy, 2021, estudiar medicina en una escuela particular en México cuesta aproximadamente un millón de pesos) y gastos adicionales que se deben cubrir, como la manutención y arrendamientos. 

“Lo que hago con cada uno de mis prospectos es diseñar un traje a la medida, es decir, adaptar el seguro a las necesidades y posibilidades financieras. Es clave hacer este análisis, a conciencia, de sus gastos, fugas de dinero, flujos de inversión, revisión de sus hábitos de ahorro y encontrar una solución a su proyecto de vida”, explica el también licenciado en Derecho con firma en Asesoría Patrimonial.

De manera general, estos son los pasos para la contratación de un seguro educativo:

  • Tener una entrevista para determinar el alcance financiero de la familia, mamá o papá.
  • Decidir si el ahorro se hará en pesos, dólares o en UDIS (unidades de inversión). Es muy importante revisarlo con detalle, pues de ello dependerá las aportaciones que hagas así como el monto que se recibirá al final del periodo de inversión.
  • Realizar un contrato por determinado tiempo (normalmente es hasta los 18 años del hijo o hija, momento en el que se comenzará a recibir el ahorro que formaste durante toda la vigencia del plan).
  • El pago deberás hacerlo de forma mensual o anual (puedes revisar si hay otros esquemas con tu asesor).

Particularmente SeguBeca, que es el seguro educativo de seguros Monterrey, cubre las primas restantes por fallecimiento del contratante o contratantes de la póliza, es decir, el seguro queda pagado de manera total si el fallecimiento ocurre antes del plazo contractual pactado, explica José García. Además, “se ahorra de manera segura sin poner en riesgo tu capital, además de tener un crecimiento constante de acuerdo con el índice inflacionario”, agrega.

Previsión, la clave de un mejor futuro

Ivonne Vargas, también conferencista en temas de educación y empleo, señala que es importante romper con el mito de que los seguros educativos son inflexibles: estos pueden adaptarse a la personalidad financiera de papás y mamás, pero sí hay que estar consciente que son a largo plazo.

Lo que es un hecho es que ese ahorro te va a ayudar a amortiguar una cantidad que no se puede cubrir de un día para otro. “Podría parecer ‘caro’ invertir en un seguro. Sin embargo, después de 10 años te habrás dado cuenta que te hubiera salido más caro no haberlo hecho con anticipación”, finaliza la experta.

Otras opciones al seguro de educación son el fideicomiso educativo y las becas. Revisa con detalle cada una y tenlo presente desde ya, aunque tu pequeño sea un recién nacido, tenga tres años o tal vez ya esté llegando a los 10.  

Pocas veces nos ponemos a pensar que la educación tiene que ver con el futuro que queremos para nuestros hijos. Hay que considerar cómo vamos a cubrir ese futuro con herramientas financieras como los seguros educativos. 

Ivonne Vargas
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Periodista independiente, editora especializada en temas de bienestar, crianza, maternidad, estilo de vida y gastronomía, mamá de un niño de nueve años, aprendiz de fotógrafa, foodie y apasionada de la música. Sus historias han sido contadas en revistas y sitios como Vanidades, Baby Creysi, La Lista, bbmundo, todobebé, Glamour, Marie Claire, Life & Style, GQ México, Good Housekeeping México, especiales de Milenio y Padres e Hijos.

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